

Ceramista franco-suiza establecida en París, su viaje al encuentro de la tierra, el fuego y las formas comenzó en Nueva York, en un estudio de cerámica japonés. Sus creaciones crudas y espontáneas transmiten una belleza utilitaria y efímera que celebra las grietas y las imperfecciones como singularidades magníficas...
Hay una dimensión muy orgánica en tus piezas. ¿Puedes hablarnos de tus inspiraciones y tu proceso creativo?
Mis inspiraciones son numerosas y variadas. Se encuentran en la naturaleza, en el arte, en un detalle de la vida cotidiana... pero el hilo conductor es verdaderamente un viaje a través de la textura en todas sus formas. Me dejo guiar por el material, experimento, dejo surgir lo que no se puede planificar y doy la bienvenida a lo inesperado.
Lo inesperado es un componente importante en tu trabajo. ¿Cómo lo dominas?
Iría incluso más lejos: lo inesperado está verdaderamente en el corazón de mi creación. Mi trabajo está guiado por lo que llamo “accidentes felices”, que siempre me llevan más lejos y marcan mi camino creativo. Pruebo los límites, busco el desequilibrio y acepto el resultado que surge. Con el tiempo, he comprendido que es en esta imperfección donde mi trabajo cobra todo su sentido.
Hoy en día prefieres piezas de gran tamaño. ¿Qué aporta esta nueva escala a tu trabajo?
Desde mis comienzos en la cerámica, siempre me ha atraído crear piezas “grandes”. Pero se ganan, ya que requieren un dominio técnico particular. Crear piezas grandes me produce mucha alegría. Hay una relación con el cuerpo, una relación con el espacio que es diferente cuando se trabaja en este tipo de formatos. Esto implica un compromiso total.
Es un verdadero diálogo entre el gesto y el material. Desde el año pasado, también creo instalaciones murales de porcelana, compuestas por decenas y decenas de piezas. Y debo admitir que me encanta la idea de crear universos enteros formados por una multitud de formas diferentes.
Sueño con poder crear una instalación gigante para una boutique o un hotel.
Si el Universo me escucha…
La cerámica es un medio que permite una gran variedad de creaciones. Desde la vajilla hasta esculturas abstractas, ¿hay algún nuevo campo que te gustaría explorar?
Ya he tenido la oportunidad de experimentar diferentes prácticas artísticas como la pintura al óleo o el trabajo con papel de seda, antes de entregarme por completo a la cerámica. Me atrae mucho la idea de mezclar medios, cerámica con hierro o textiles, por ejemplo, y me encantaría explorar el mundo de las suspensiones móviles… en fin, el viaje apenas comienza.